El miedo a acudir al dentista es uno de los temores más arraigados en las personas que habitan en países desarrollados. Se suele asociar la visita al odontólogo con el dolor y con la grima, y genera una aversión que pocas veces está justificada.
Si se realizan las visitas de rutina a la clinica dental y las revisiones correspondientes, lo más habitual será que el individuo sea capaz de mantener su boca en buen estado y que, en caso de detectarse algún problema este se encuentre en un estado inicial y tenga una solución sencilla.
Sin embargo, a pesar de que la mayoría de personas tiene esto muy claro, el miedo a acudir al dentista permanece.
Cómo vencer el miedo al dentista
Es importante encontrar un dentista de confianza, recomendado por alguien conocido y que aporte toda la seguridad y garantías que la persona necesite para sentirse segura.
A la hora de pedir la cita, es recomendable elegir las primeras horas del día. De esta manera, se evitará estar toda la jornada padeciendo la ansiedad previa a la visita a la clínica.
Conviene no llegar demasiado pronto al odontólogo. Tener que aguardar en la sala de espera puede hacer que se incremente de manera significativa la ansiedad y el miedo.
Es importante tratar de racionalizar el temor que se siente e intentar buscar su origen, si es que realmente existe.
Una vez hecho el esfuerzo de racionalizar la fobia, la información también ayuda a tranquilizarse y a afrontar la visita. Ante cualquier tipo de duda, es mejor hablar con el dentista y transmitirle las inquietudes que se sienten, con toda seguridad, esta conversación ayudará a calmar los nervios y aportará seguridad.
Después de superar el paso por el dentista sin que se haya producido dolor, el resto de visitas serán mucho más sencillas.
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