La ortodoncia es una técnica odontológica que nos permite tratar problemas de colocación, apiñamiento, irregularidad o deformidad dentomaxilofacial. Gracias a ella conseguimos tener una sonrisa tan bonita como funcional. Para ello, existen distintos tipos de ortodoncia que puedes emplear. Podemos diferenciar entre dos grandes grupos: ortodoncia invisalign y brackets.
Dentro del grupo de los brackets, la variedad es muy amplia. Puedes emplear diferentes materiales, como los brackets metálicos o los estéticos de porcelana o zafiro; o con variantes, en cuanto a los sistemas, como los convencionales, autoligables de Damon y linguales.
¿Cuál es el tipo de ortodoncia que pasa más desapercibida?
Durante la adolescencia, llevar aparato se puede sobrellevar mejor. Pero, conforme la edad avanza, es frecuente que intentemos que la ortodoncia pase lo más desapercibida posible. Para ello, las opciones más interesantes son la ortodoncia invisalign y la lingual.
En primer lugar, como ya te hemos dicho, la ortodoncia lingual se basa en el empleo de pequeñas piezas metálicas, los brackets. La diferencia es que no serán colocados en la cara anterior de los dientes, sino en la posterior, por lo que estarán ocultos.
Por otro lado, la ortodoncia invisalign consiste en un molde transparente de la dentadura ajustado, de manera que consigue su corrección sin ser apenas perceptible a la vista. Conforme los dientes se van recolocando, los moldes van variando y ajustándose a las nuevas necesidades, pero igual de invisibles.
Conclusión
Si bien es cierto que ambos tipos son altamente efectivos, a la par que discretos, la opción lingual acarrea más problemas que la invisalign. En primer lugar, por el propio material y la forma de los brackets, así como por la posición. Provoca roces y, consecuentemente, heridas. Asimismo, es más lenta.
En cambio, la composición de la ortodoncia invisalign aporta un ajuste perfecto a nuestra dentadura, que evitará roces y aftas, siendo su proceso mucho más rápido. Pídela en nuestra clínica.
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