El blanqueamiento dental es un tratamiento solicitado por muchas personas, a las que se les practica con éxito. Ostentar una sonrisa hermosa conlleva una mejora de la autoestima y llega a producir cambios en el estatus laboral o social.
Se basa en el uso de algunas sustancias químicas que eliminan manchas y aclaran el color original de los dientes. Puedes realizarlo en la clínica dental o en tu domicilio. Es un procedimiento seguro y confiable, pero también está rodeado de algunas ideas falsas, por lo que es conveniente documentarse apropiadamente.
Falsos mitos
A continuación te explicamos algunos prejuicios que carecen de fundamento y que pueden verse asociadas a este tratamiento.
Empeora la periodontitis
Se piensa erradamente que los productos utilizados son capaces de empeorar una enfermedad periodontal preexistente. Esta idea es falsa.
Sensibilidad
No seas de los que creen que el blanqueamiento deja los dientes muy sensibles de manera permanente. Esto carece de veracidad. Lo que realmente sucede es que a veces, en los días en que se realiza el procedimiento, aumenta la sensibilidad de las piezas tratadas, pero es un efecto temporal que desaparece al cabo de poco tiempo.
Desgaste del esmalte
También se piensa erróneamente que los dientes sufren un desgaste en su esmalte. Para nada: las piezas dentales lo conservan intacto.
Poca duración
Otra afirmación falaz es que el tratamiento no tiene efectos duraderos, y que hay que repetirlo con frecuencia. Por el contrario, los efectos de tu tratamiento pueden durar años.
Si no estás conforme con tu aspecto has de saber que los productos utilizados en las clínicas profesionales son seguros y que no producen ninguno de los efectos arriba descritos.
Sonreír es poner buena cara a la vida, es comunicarse con franqueza y simpatía. Y cuando la sonrisa es hermosa y atractiva, tu imagen personal brilla. Con un tratamiento de blanqueamiento dental puedes lograrlo.
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