Nuestra piel tiene necesidades muy distintas según una temporada u otra. Las bajas temperaturas hacen que necesitemos más hidratación, nutrición y protección. No te pierdas estos consejos de nuestro Doctor Daniel Zarza, especialista en medicina estética con más de 20 años de experiencia, si quieres evitar la sequedad, tirantez, pérdida de luminosidad y aparición de rojeces en tu piel.
¿Quieres saber cómo proteger tu piel en invierno? Sigue leyendo y te lo contamos todo.
1) Hidrata tu piel por fuera y por dentro
Elige una buena crema hidratante que lleve componentes “humectantes”, que atraigan el agua dentro de la piel, como la urea, y componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera para evitar la evaporación de agua a través de la piel. Con el cambio de estación debería cambiar nuestra rutina de belleza, los meses de frío que son en general meses “desecantes”, por lo que todos nuestros cuidados faciales deberían estar destinados a proteger la barrera natural de hidratación.
Y no te olvides de proteger tu piel desde dentro. Aumenta tu ingesta de comida sana durante esta época del año en la que, precisamente, es en la que cometemos más excesos. Toma alimentos ricos en vitamina A como zanahorias, espinacas o lechugas y reduce el consumo de frituras para obtener los aceites que necesitas con frutos secos, aguacate o semillas de lino.
Ayuda a tu sistema inmunológico con chocolate negro o nueces y sobre todo… ¡bebe mucha agua! La hidratación es la mejor aliada para la salud del cutis. El agua es uno de los tesoros más preciados del organismo, y la piel es nuestra reserva natural más importante.
Si tu piel es seca, observarás tirantez y una descamación fina y difusa en la zona de los pómulos. Si es grasa, la descamación es más evidente y se sitúa en la zona del nacimiento de las cejas y las aletas de la nariz. No te confundas, el brillo sólo nos da una medida de la grasa, no de la hidratación.
2) Protege tu piel del sol
Aunque sea invierno, nunca olvides el filtro solar, proporciona un plus de protección de tu piel siempre. El sol es una de las principales causas del envejecimiento cutáneo.
3) Exfolia tu piel una vez por semana
La exfoliación elimina la piel muerta y las impurezas de nuestro rostro y cuerpo, y proporciona así una piel suave, limpia, luminosa y tersa. El exfoliante conseguirá desobstruir los puntos negros de los poros.
Además, te ayudará a mejorar el aspecto de la piel que está dañada por el sol, a disminuir las arrugas, mejorar las cicatrices de acné, y atenuar o eliminar manchas porque acelera el proceso de renovación de nuestra piel.
4) Cuidado con los cambios bruscos de temperatura
Evita en la medida de lo posible los cambios bruscos de temperatura al pasar de la calefacción al aire libre, pues ello aumenta la posibilidad de aparición de vasos dilatados y capilares rotos .
5) Duchas de agua tibia
¿Existe algo más relajante que tras un día de frío, darse un baño caliente y relajante? Pues no abuses de los baños si tu piel sufre de sequedad. El exceso de agua, y además caliente, hace que la piel pierda todas las sustancias nutritivas e hidratantes. Lo más adecuado es disfrutar de una ducha ¡pero corta! y posteriormente aplicar una loción corporal. ¡Lucirás una piel sedosa!
6) No te olvides de las manos y de los labios
Las manos son una parte del cuerpo muy delicada, que también sufre con el frío. Para ello, debes procurar aplicar una crema de manos específica varias veces al día sobre tus manos, previamente lavadas y así evitar que se resequen y salgan pequeñas heridas. Cuando salgas a la calle, procura llevar guantes, así las protegerás.
Los labios también sufren con las bajas temperaturas, protégelos utilizando los productos adecuados. Si usas maquillaje para tus labios, procura usar productos que además hidraten y protejan esta zona tan delicada de tu rostro.
7) La vitamina C debe ser la reina de tus cuidados
La vitamina C juega un papel protagonista durante la temporada de invierno. La puedes encontrar en alimentos como la calabaza, la zanahoria, las espinacas, las naranjas, los kiwis o la lechuga. ¿Sueles comerlos? Si la respuesta es no, deberías empezar a hacerlo porque son una base importante para que nuestra piel esté sana y luzca joven.
Y es que la vitamina C previene, nos mantiene jóvenes ante los rayos ultravioletas del sol, es perfecta para pieles sensibles, y consigue que tengamos un aspecto fresco y joven. ¡Incluso contiene colágeno!
Conocer tu tipo de piel es muy sencillo pero muy necesario para aplicar los productos que realmente te ayuden a mantener un cutis hidratado, luminoso y lleno de vida. Si quieres más consejos beauty, desde tu Clínica de Medicina Estética en Madrid, te damos estos tips muy sencillos para que identifiques tu tipo de piel y selecciones de los productos más adecuados.
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