La hiperhidrosis se define como exceso de sudoración. El organismo controla la temperatura corporal produciendo mayor o menor cantidad de sudor, pero este mecanismo puede alterarse llegando a producir hasta cuatro y cinco veces más de lo normal.
Esta alteración puede provocar graves problemas tanto a nivel personal, laboral y de relación que pueden conducir a serias alteraciones psicológicas
La hiperhidrosis puede afectar a toda la superficie corporal o sólo estar localizada en axilas, palmas, plantas de los pies, cuero cabelludo, etc.
La hiperhidrosis es más frecuente de lo que se piensa, estimándose que aproximadamente entre el 1 y 3 % de la población lo padecen, aunque menos de la mitad han consultado al médico.
Tipos de hiperhidrosis
La hiperhidrosis desde el punto de vista médico se clasifica en:
- hiperhidrosis primaria o focal, es la más frecuente, es la que aparece sin causa conocida o que sea debida a otra enfermedad o a la toma de alguna medicación. Suele aparecer en la infancia, su localización es bilateral y generalmente simétrica, afectando fundamentalmente a axilas, manos y pies. Curiosamente desaparece durante el sueño. Existen casos familiares, aunque no se considera una enfermedad genética. Los brotes aparecen de forma continua y no guardan una relación directa con la temperatura externa, frío o calor.
- hiperhidrosis secundarias: son debidas a enfermedades intercurrentes, suelen aparecer en la edad adulta, son más generalizadas y no desaparecen con el sueño.
Estas formas de hiperhidrosis requieren un estudio médico exhaustivo para intentar aclarar la causa de la misma.
Existe una serie de posibles enfermedades que pueden provocar exceso de sudoración, algunas de las más comunes son: enfermedades infecciosas, obesidad, diabetes, alcoholismo, parkinson, hipertiroidismo.
La menopausia así como la artritis son otras de las causas que producen alteración del sistema nervioso central y, que pueden provocar hiperhidrosis.
Otro dato importante es saber que algunas medicaciones pueden provocar, como efecto secundario, el indeseable exceso de sudoración, por lo que habrá que estudiar siempre esta posibilidad y, cambiar de medicamento.
Tratamiento de la hiperhidrosis
Existen varios tratamientos que van desde la utilización de desodorantes o antitranspirantes, que normalmente llevan sales de aluminio en forma de cloruro de aluminio hexahidratado al 20%, que son útiles en formas leves o moderadas de sudoración, pero que deben ser bien utilizadas para evitar la irritación, hasta la cirugía (simpatectomía).
Una opción terapéutica más novedosa es la inyección intradérmica de toxina botulínica (botox), sobre todo cuando se localizan en axilas y manos, que produce unos resultados excelentes con una duración del efecto en torno a los 6 meses
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La técnica que utilizamos es sencilla y no dolorosa ya que previamente se realiza anestesia local.
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