A la hora de llevar a cabo intervenciones odontológicas existen diversos factores que hay que tener en cuenta, siendo uno de ellos los problemas de coagulación tan típicos de la edad. Son muchas las personas de más de 60 años que toman anticoagulantes para evitar la coagulación excesiva de la sangre. Ante esta situación surge, inevitablemente, la duda: ¿implantes dentales y anticoagulantes?
¿Puede afectar los anticoagulantes a la técnica de implantología?
Ciertamente, la toma de anticoagulantes no es un factor positivo o favorable a la hora de realizar una intervención. Lo ideal, siempre, será que la persona se encuentre en las mejores condiciones de salud posible, y requiera, por tanto, el menor número de medicamentos posibles. En consecuencia, este es un factor levemente negativo, sí, pero no un motivo para suspender la intervención.
El motivo por el cual este medicamento supone un pequeño problema es debido a que, como hemos dicho, evita la coagulación excesiva de la sangre, lo cual puede llegar a suponer un problema cuando hay una herida, imposibilitando la formación normal de un coágulo y sangrando demasiado.
Un riesgo real
Al tratarse de una extracción dental, el riesgo de sangrado es real. Por tanto, es fundamental comunicar este tratamiento al odontólogo, de manera que sea consciente, realizando así técnicas para disminuir el sangrado: sutura, compresión, esponjas absorbentes…
Otra medida que se puede aplicar para asegurar la seguridad de la intervención es valorar el estado de la coagulación mediante un estudio de la INR – cociente internacional normalizado. Este examen se ejecuta el mismo día de la intervención. En el caso de que los valores de coagulación estén normales, es decir, INR = 2-3, no habrá problema en proceder a realizar el implante.
Por tanto, la toma de Sintrom solo es un inconveniente a tener en cuenta, pero no impide la colocación de un implante dental.
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