Cuando pensamos en problemas de salud bucodental, la primera que nos viene a la cabeza es la caries. No obstante, la periodontitis y la gingivitis son problemas de encías igual de importantes. De hecho, el 90-95% de la población padecen gingivitis, y teniendo en cuenta que ésta puede llevar a la periodontitis, puede tener resultados bastante alarmantes que las clínicas dentales están empezando a tener muy en cuenta.
Síntomas
Ambas consisten en la inflamación y a veces sangrado de las encías. La diferencia es que la periodontitis es la fase avanzada de la gingivitis, cuando las encías ya se ha inflamado tanto que invade a los tejidos vecinos e incluso se separa del diente. Por eso, la periodontitis puede resultar en la pérdida de la pieza dental.
La gingivitis
La gingivitis es la inflamación de las encías como reacción contra las bacterias presentes en la boca, habitualmente en la placa entre la encía y el diente.
Consta de tres fases:
Fase 1: Lesión inicial. Las encías sangran ligeramente al cepillarse los dientes y su enrojecimiento casi no se nota.
Fase 2: Lesión temprana. Las encías sangran más abundantemente durante el cepillado, están enrojecidas y aparece la primera hinchazón.
Fase 3: Lesión establecida. El sangrado se produce también fuera del cepillado y empieza a quedar un espacio entre la encía y el diente.
De la gingivitis a la periodontitis
No en todos los casos, la gingivitis avanza hasta la periodontitis.
La periodontitis crónica es la forma más frecuente de periodontitis. Se inicia en la adolescencia, pero se desarrolla en pacientes de 30-40 años.
La periodontitis aguda, aparece y se desarrolla rápidamente pero es menos frecuente.
Tratamiento
Si tienes rojez, sangrado, hinchazón o dolor en las encías, visita tu dentista lo antes posible. La gingivitis y la periodontitis deben ser tratadas por un profesional.
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