Si en ocasiones podemos sentir que nuestras encías sangran espontáneamente, no debemos dejarlo pasar por alto. Unas encías saludables deben tener un color rosa y no deben sangrar al cepillarnos los dientes. De por sí, mantener las encías sanas con higiene bucal es imprescindible.
Causas del sangrado de encías
Las enfermedades de las encías pueden provocar infecciones que afecten a la boca e, incluso, al resto de nuestro organismo. Los malos hábitos dehigiene bucal pueden afectar enormemente. La acumulación de placa bacteriana puede dar lugar a una gingivitis, una inflamación excesiva de las encías que puede prosperar a una periodontitis.
Las periodontitis suelen ser las causantes del sangrado de encías e, incluso, de pérdida de piezas dentarias. La caries también puede producir la infección localizada, dando lugar al sangrado.
Por otro lado, llevar a cabo un cepillado excesivamente fuerte puede provocar la aparición de hemorragias. Es imprescindible realizar una técnica adecuada, que no implique el daño en las encías.
Algunos medicamentos, especialmente los anticoagulantes o la aspirina, pueden aumentar las hemorragias. También, es importante consumir abundante vitamina C de frutas y verduras, al igual que vitamina K. La carencia de estos compuestos puede disminuir la eficacia de nuestro sistema de coagulación.
Consejos para evitar el sangrado
Es imprescindible realizar las técnicas adecuadas de higiene bucodental. Así mismo, tendremos que detectar la causa de las hemorragias a tiempo.
Es primordial cepillarnos los dientes cada día, media hora después de comer, con una técnica suave. También, utilizar el hilo dental va a ser importante para llegar a los recovecos donde crecen las bacterias.
Las revisiones periódicas con el dentista también van a ser fundamentales para descartar cualquier tipo de enfermedad silenciosa en la boca. También, podemos realizarnos una limpieza bucal, al menos una vez al año, para que un profesional pueda eliminar la placa bacteriana a la que no tiene acceso el cepillado.
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