Hoy en día, la implantología dental está tan avanzada que apenas tiene límites. Y si tiene alguno, intenta acabar con él. Hasta no hace mucho, no todos los pacientes tenían la oportunidad de poder ponerse implantes en caso de no disponer de suficiente superficie ósea. Esto ya no es un problema.
Los implantes de carga inmediata
La colocación de los implantes de carga inmediata se realiza mediante una técnica bastante más sencilla que la clásica. Cuenta con múltiples ventajas. Entre ellas, la más evidente es su rapidez, puesto que en 24 horas el paciente ya se ha recuperado de la intervención y lleva el implante puesto, a diferencia del procedimiento habitual en el que todo este proceso requería unos 5 o 7 días.
El trauma quirúrgico también es mucho menor, con lo que se producen menos molestias y los índices de rechazo son casi inexistentes.
Técnica indicada para pacientes con poco hueso
Principalmente se utiliza este procedimiento para sustituir las pérdidas de piezas dentales en casos que hasta hace poco no tenían solución. Será el odontólogo quien decida si es o no posible la colocación de las prótesis de carga inmediata, según las características del paciente.
Sin embargo, hay que decir que, como norma general, es posible desarrollar esta técnica en pacientes con poco hueso, a los que la implantología clásica no podía satisfacer.
Sin embargo, estos pacientes deben reunir una serie de características como, por ejemplo, disponer de un volumen óseo de, al menos, 10 milímetros de longitud en la arcada inferior. Si esto no es así, se procederá a realizar un injerto óseo para poder posteriormente realizar esta técnica de implantología inmediata.
En definitiva, antes de proceder a la intervención el odontólogo debe realizar un estudio en profundidad de cada caso para comprobar el estado del hueso que va a soportar el implante.
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